23 septiembre 2016

Mitología de las constelaciones: Libra

Libra, el equilibrio de los días

Ya desde tiempos antiguos se relaciona esta constelación con la imagen de la balanza. Es posible que el hecho de que el sol se superpusiese a esta constelación en la época del equinoccio de septiembre, se la relacionase con alguna forma de equilibrio entre los largos días de verano y los cortos de invierno, ya que durante los equinoccios, los días poseen la misma duración que las noches.

En la época de los griegos, la constelación de libra suponía una extensión de la de escorpión, tradición que se recoge en la árabe y se constata en el nombre de sus estrellas principales, Zuben Elgenubi y Zuben Eschamali (pinza del sur y pinza del norte respectivamente).

En tiempos romanos, se empieza a relacionar esta constelación con la idea de la justicia. La diosa Iustitia ( Temis y Astrea en Grecia) podía relacionarse con la fémina imagen de la constelación de Virgo. Ésta era representada como una mujer impasible, con los ojos vendados y llevando una balanza y una cornucopia, la imagen esculpida a la entrada de los juzgados es Iustitia, y no Temis. Se la representa sobre un león para señalar que la justicia debe estar acompañada de la fuerza. Si nos fijamos en las tres constelaciones de esta zona del firmamento podemos encontrar una buena alegoría a la idea de justicia que marca la vida del pueblo romano.

Siendo estrellas de poca magnitud las que brillan en esta zona del cielo, la importancia de Libra en la mitología de las constelaciones la hace estar relacionada con las constelaciones que la rodean. Se trata del único signo que no representa un ser vivo.

Su relación con el equinoccio de otoño, fin de los días cálidos y comienzo de los duros días invernales, probablemente sitúen a esta constelación en un papel importante en lo referente al cómputo de las estaciones y haya servido como guía para organizar la vida cotidiana de las distintas civilizaciones.